lunes, 7 de febrero de 2011

Chopin vivió en Mallorca en una celda distinta a la que visitan los turistas

Los propietarios exhiben un piano que el músico nunca tocó, según recoge la sentencia de un juzgado de Palma


Fotografía tomada en 1980 en Palma de Mallorca, con Jorge Luis Borges visitando la celda de la Cartuja de Valldemossa que durante muchos años ha sido mostrada como el lugar donde residió y compuso Fréderic Chopin

El pianista polaco Fréderic Chopin vivió un invierno con George Sand en una celda de la cartuja de Valldemossa (Mallorca) distinta a la que actualmente visitan los turistas, que además exhibe un piano que el músico nunca tocó, según una sentencia de un juzgado de lo mercantil de Palma.



La resolución responde a la demanda presentada por la propietaria de la celda número 4 de la cartuja contra la sociedad propietaria de la celda número 2, que es la que se abre al público como aquélla en la que el músico, la escritora francesa y los hijos de ésta vivieron del 15 de diciembre de 1838 al 11 de febrero de 1839, una experiencia que Sand relata en su libro "Un invierno en Mallorca".

Según la sentencia, fue en la celda número 4 -conocida en la época como la 3- donde realmente moró el artista, por lo que exige a la propietaria de la número 2 -antiguamente la 1- que deje de publicitarla.

El juez condena también a los demandados a que publiquen la corrección del número de celda en periódicos y la difundan por instituciones y asociaciones, y retiren el piano actualmente en exposición.

Para probar esta controvertida cuestión, sobre la que se han publicado muchos artículos y que hasta hoy no se ha resuelto en vía judicial, la titular del juzgado de lo mercantil 2 de Palma se basa en pruebas como cartas de la época, dibujos y testimonios.

La jueza destaca el valor probatorio de los documentos, que son, entre otros, varias cartas del hombre que moraba en la celda antes que la familia Chopin, Ignacio Durán, una carta de la propia George Sand, y dos misivas del banquero que cobró a Sand el alquiler de la celda.

En una de las cartas, Durán pide al banquero que localice al propietario de la "celda número 3", que era un cura de la iglesia palmesana de San Nicolás, y luego, en otra, indica que "una señora francesa" podría comprarle los muebles que había acumulado en la celda cuando vivía en ella.

En otras cartas, el banquero anota la venta de los muebles y en una misiva Sand narra a una condesa cómo era la celda, "de tres habitaciones y un jardín lleno de limoneros", descripción que coincide con la actual número 4.



Respecto a los testimonios de la época, solo se conserva el de un hombre que, consultado cuando ya era anciano, escribe al traductor al español de "Un invierno en Mallorca" que Chopin vivió en "la cuarta o la quinta del corredor" (la que la jueza considera verdadera es la cuarta).

Posteriormente, los investigadores que indagaron en este tema concluyeron que, o bien no podían determinar cuál era, o bien era la actual número 4.
También se basa la sentencia en los dibujos de paisajes que hicieron en su época George Sand y su hijo Maurice desde la celda, uno de los cuales, realizado por el niño, solo pudo dibujarse desde la número 4, tal y como comprobó "in situ" la propia jueza y corroboraron luego peritos.

Respecto al piano que la demandada debe retirar, publicitado como el que tocó Chopin en su día con el nombre de "pobre piano mallorquín", la sentencia concluye que no es contemporáneo al artista y fue construido en la década de los años 50 del siglo XIX.

Se basa para ello en varios informes periciales, tanto de parte como de expertos designados por el juzgado, que indican que nunca lo pudo tocar Chopin porque es posterior.

Por todo ello, la jueza explica las pruebas acreditan "totalmente" que la celda verdadera fue la 4, algo que "no solo ha provocado durante un siglo entero (desde 1910) error en el consumidor, sino que además ha creado confusión en los visitantes".

Fuente : La Vanguardia es
Martes, 8 de febrero 2011

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