lunes, 24 de noviembre de 2014

Borges ‘"vuelve"’ a su hogar de Adrogué, que ahora será un museo



Se inauguró "Casa Borges", la residencia habitada por el autor junto a su madre Leonor Acevedo, ya viuda, y a su hermana Norah, que abrirá sus puertas al público. La casa ofrece muestras permanentes, visitas guiadas, talleres y un centro de estudios literarios. Para su apertura como museo fue intervenida por destacados artistas plásticos como Jorge Aranda, Fernanda González Latrecchiana, Lilí Esses, Gloria Cruz, Magdalena Bravo y Elisa Menéndez.

"Durante los años de mi infancia pasábamos los veranos en Adrogué, a unos 15 o 20 kilómetros al sur de Buenos Aires. Allí teníamos residencia propia: una vasta construcción de una planta, con terrenos, dos cabañas, un molino de viento y un peludo ovejero marrón. Adrogué era entonces un remoto y apacible laberinto de casas de veraneo rodeadas por verjas de hierro, con parques y calles que irradiaban de las muchas plazas. Impregnado por el ubicuo aroma de los eucaliptos".

Esa casa de verano que describía Jorge Luis Borges se acaba de convertir en un museo y también en la primera residencia habitada por el escritor que abre sus puertas al público. "Casa Borges", ubicada en Plaza Brown 301 de la ciudad de Adrogué, hoy ofrece muestras permanentes, visitas guiadas, talleres y un centro de estudios literarios.

La casa, de estilo austero, fue habitada por Borges, junto a su madre Leonor Acevedo, ya viuda, y a su hermana Norah. Es una casa de ladrillos rojos a la vista, rejas verdes y tejas coloradas, de tres dormitorios y 100 metros cuadrados de parque. Para su apertura como museo, fue intervenida por destacados artistas plásticos como Jorge Aranda, Fernanda González Latrecchiana, Lilí Esses, Gloria Cruz, Magdalena Bravo y Elisa Menéndez. En uno de los cuartos hay una muestra permanente incluye poemas inspirados en Burzaco, Glew y Adrogué, y retratos de la infancia y adultez del autor, muchos tomados en la zona. En otro, hay una sala audiovisual con entrevistas a Borges en las que se destaca su vínculo con el lugar. Y en el tercer dormitorio, una biblioteca con la colección de libros borgeanos comprados por la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, que preside María Kodama, viuda del escritor. Entre otros tesoros, la casa alberga el poemario Adrogué, que se publicó en 1977 por suscripción.
Kodama, quien preside la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, y el Gobierno Municipal de Almirante Brown, suscribieron un convenio de cooperación e intercambio institucional, por el que "Casa Borges" funcionará como un museo vivo abierto al público. "Borges siempre me hablaba de Adrogué. Lo recordaba con mucho cariño y mucha alegría. Para él era una especie de paraíso", expresó Kodama durante la inauguración de la casa museo.

"Casa Borges nos ofrece la posibilidad de recorrer a través de una experiencia inédita, los ámbitos de inspiración y creación en los que Jorge Luis Borges concibió, con soberbia exquisitez, parte de su espléndida obra", detalló el secretario de Educación, Cultura y DD.HH., Jorge Herrero Pons.

Borges pasó gran parte de sus vacaciones durante la década del ‘40 en Adrogué. Primero en el hotel "Las Delicias" y luego, a partir de 1944, en la casa que adquirió su madre. La propiedad también fue habitada por Norah Borges, seudónimo con que se conocía a Leonor Fanny Borges Acevedo, hermana del escritor y destacada pintora. El resto del año, vivía en un departamento en el sexto piso de un edificio ubicado en centro porteño, en la calle Maipú.

La vivienda de Adrogué –en el corazón del casco histórico de la ciudad– pasó por varios dueños hasta que en 2011 el municipio de Almirante Brown la expropió ante una inminente demolición y la restauró con el estilo de la época.

Durante su primera semana de apertura, en octubre pasado, más de mil personas pasaron por la Casa Borges, entre vecinos y turistas, académicos y curiosos. Las autoridades del municipio, además, están buscando que los comercios y bares de la zona se integren a la propuesta cultural con referencias a alguno de los libros de Borges.

"En cualquier parte del mundo en que me encuentre cuando siento el olor de los eucaliptos, estoy en Adrogué. Adrogué era eso: un largo laberinto tranquilo de calles arboladas, de verjas y de quintas; un laberinto de vastas noches quietas que mis padres gustaban recorrer. Quintas en las que uno adivinaba la vida detrás de las quintas", escribió alguna vez Borges. Ahora, todos sus lectores tendrán la posibilidad de entrar por un rato en ese mundo.

Fuente : Cronista-com

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